La progresión en los grupos infantiles es constante. Su evolución sorprende incluso a los más mayores. Es importante adecuar las exigencias de estudio y práctica a las capacidades y potencialidades propias de esta edad.

Aunque es un segmento de edad que comienza a sentir muchas inquietudes por otras áreas deportivas, de estudio u ocio, insistimos siempre en que dentro del marco de la práctica tradicional que proponemos se encuentran todos estos elementos de forma abundante.

Los alumnos del grupo de Kung Fu juvenil entrenan más tiempo y de forma más intensa que los grupos infantiles que les preceden. Es una etapa en la que la exigencia se incrementa sin perder de vista que debemos ser un contrapeso a la enorme presión externa que comienzan a sentir en el ámbito de su educación y de la sociedad en general.

Esta sensibilidad nos ha permitido proyectar un modelo de práctica exigente pero amable, ambicioso pero paciente y disciplinado pero comprensivo para una etapa que comienza a presentar sus primeras contradicciones visibles.

El programa de formación y práctica para los jóvenes contempla los aspectos deportivos y lúdicos, así como los sociales y personales. Para ello, muchos de los participantes de este grupo de aprendizaje forman parte del equipo de competición de la escuela y participan activamente en labores de apoyo y supervisión de eventos vinculados a los más pequeños.

Esta interacción de edades permite una línea continua de trabajo en la que los potenciales naturales de los más pequeños y los de los jóvenes entran en simbiosis mejorando todos los aspectos de ambos segmentos de edad.

Este módulo es sin duda, la rampa de despegue para entrar en la práctica marcial integral.