EL TRABAJO PLIOMÉTRICO EN EL ENTRENAMIENTO DEL WUSHU - 1
INTRODUCCIÓN
Si hay algo por lo que se suele reconocer a las artes marciales chinas es por sus espectaculares saltos. Se ha criticado mucho la falta de sentido que tienen este tipo de acciones en la preparación de un luchador, confundiendo con ello método, entrenamiento, objetivos y sentido último de la práctica marcial integral. Este tipo de valoraciones denotan un profundo desconocimiento de la estructura interna de muchos sistemas marciales, métodos que incluyen muchos más elementos que los meramente pugilísticos.
El salto es ya una característica relevante innegable en el Wushu deportivo. Este tipo de acciones son determinantes a nivel competitivo dada su importancia en términos de evaluación comparativa sobre su calidad y dificultad técnica.
Es cierto que algunos de los modernos Nandu, 难度 (ejercicios de dificultad) del Wushu deportivo parecen exceder el sentido puro del entrenamiento marcial, pero no podemos dejar de verlos como una exposición de potencial llevado a sus límites de realización. Explorar estos límites es una de las características que suman valor a la mera práctica deportiva, quizá bastante alejada de otros aspectos verdaderamente fundamentales del espectro marcial.
El objetivo de esta serie de entradas es aclarar algunos conceptos relativos a este tipo de acciones (los saltos) en el ámbito de nuestra práctica. Por un lado, proponemos conocer a fondo para qué sirve entrenarlos, qué sentido tienen en el marco propio de los estilos y de qué forma intervienen los resultados obtenidos a través de su práctica en la competencia final del artista marcial.
Por otro, buscamos un acercamiento conceptual que nos permita relacionar este trabajo de forma justificada con un modelo de entrenamiento pliométrico complementario, así como localizar los componentes puramente pliométricos implícitos en el entrenamiento tradicional de saltos del Wushu.
Para hacerlo de forma precisa debemos entender dónde convergen las acciones de salto de los estilos marciales chinos y el modelo de entrenamiento pliométrico que conocemos en el ámbito de la actividad física y el entrenamiento deportivo. Relacionaremos ambos modelos para poder entender su sinergia natural, así como el interés y objetivos que ambos modelos de entrenamiento comparten para la mejora del rendimiento y potencial global del artista marcial.
A partir de esta información y de las observaciones derivadas de ella plantearemos algunos modelos de trabajo de naturaleza pliométrica aplicables al entrenamiento para la mejora de la potencia en el tren inferior en el ámbito de la práctica del Wushu.
LOS SALTOS EN EL WUSHU
Decíamos al comienzo de la entrada que los saltos del Kung Fu, del Wushu en general, han sido bastante criticados como un modelo de acción que no guarda relación directa con la filosofía de efectividad combativa que se les presupone a los estilos marciales tradicionales.
Esta idea tan asentada, y a la vez ciertamente reduccionista, se sigue proyectando sobre un paradigma equivocado; una idea de «lo marcial» basada exclusivamente en la técnica expuesta y en su posible aplicación inmediata. Sin embargo, la lógica de la práctica marcial nunca viaja exclusivamente en esa dirección. Afirmar esto es tan inoportuno como pensar que en un combate proponemos colocarnos delante del oponente a hacer respiraciones, que podemos cerrar los ojos o que debemos bajar las posiciones a ras de suelo.
Todas estas características que acabo de mencionar son acciones que tienen su sentido en un marco preparatorio, en un modelo de entrenamiento que define con claridad unos objetivos evolutivos en términos de cualidades físicas, habilidades motrices y adaptación cognitiva. Todo tiene su sentido complementario y funcional para un fin último combinado; los saltos no escapan de esta característica como veremos a continuación.
Hemos oído de todo, desde que los saltos se desarrollaron para aumentar la capacidad de derribar a los jinetes en el campo de batalla, que sirven para ser capaces de patear a diferentes oponentes sin tocar el suelo o que, algo que no descartamos, permiten acceder a pateos de alturas superiores a nuestra capacidad final de elongación.
En cualquier caso, y sin entrar en discutir estas afirmaciones más o menos acertadas, deberíamos centrarnos en conocer el sentido real de los saltos en los Taolu, 套路路 (formas) y en el entrenamiento de bases y fundamentos de los diferentes estilos de Wushu tradicional o moderno Wushu Jiben Dongzuo, 武术基本动作.
Es evidente que en combate procuramos mantener bien posicionados los pies en el suelo cuando estamos en el tornado de la acción. También es innegable que perder el contacto con el suelo incrementa exponencialmente el riesgo de ser proyectados, bloqueados o derribados cuando estamos combatiendo. Tampoco parece muy lógico saltar para poder llegar a objetivos a los que no podemos acceder con una buena elasticidad o un movimiento anticipativo oportuno.
Podemos constatar que el entrenamiento tradicional no contaba con el instrumental deportivo complementario con el que cuentan los modernos centros deportivos. La tecnología también ha aportado máquinas y sistemas que permiten trabajar diferentes grupos musculares para mejorar de forma general o específica determinados tipo de acciones.
El salto es fundamentalmente un ejercicio que nos aproxima a la característica más relevante de las acciones de piernas: la potencia.
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