Novedades septiembre I. Salud y bienestar
Los viernes por la mañana son las mañanas de la salud y el bienestar en nuestro centro. El momento en el que buscamos acercarnos al cuerpo, sus limitaciones, sus trabas, sus necesidades, sus expectativas. El cuerpo como reflejo tangible de la mente en su materialización constante a través de lo biológico.
Buscamos una acción sobre las emociones y su repercusión física directa a través de una articulación programada de procedimientos en los que basar, entre otros muchos elementos, una transformación biológica progresiva, natural, integrativa y sensible. Esta transformación tiene por objeto reconducir a la persona en la línea de la toma de conciencia corporal y de la inserción de modelos actitudinales de calma y equilibrio como complementos vitales imprescindibles para gozar de una buena salud.
El modelo de sesión está compartimentado en tres segmentos de acción progresivos y sinérgicos. El primero es la toma de conciencia corporal que nos acerque al elemento tangible y sensitivo del trabajo. Lo hacemos mediante la posición Wuji, reestableciendo la calma emocional y el maremágnum provocado por la miríada de pensamientos desbocados. Esta sujeción del pensamiento nos permite establecer el foco de trabajo púramente sensitivo vinculado al estrato de control del movimiento e interpretación de sensaciones, a la conexión de áreas anatómicas y a la regulación de las emergencias racionales innecesarias.
El segundo punto comienza con el automasaje para activar la superficie energética del cuerpo, seguido de una batería de impactos suaves generalizados para activar la percepción de áreas anatómicas más profundas y menos inervadas. A partir de ese punto, comenzamos la movilización articular con múltiples secuencias de ejercicios focalizados y generalizados. En ambos casos exploramos las conexiones fasciales internas dentro del movimiento estático y dinámico para descubrir su potencial de acción en todas nuestras actividades cotidianas.
El trabajo sobre desplazamientos y expresión corporal es abordado en secuencias de ejercicios interrelacionados, en los que exploramos las inercias provocadas por el movimiento en diferentes estructuras biodinámicas naturales. Introducimos estas rutinas, de exploración y realización consciente, directamente en el trabajo por parejas para continuar el sentido de trabajo táctil e interior con uno o más compañeros.
Estos contenidos los reproducimos posteriormente en solitario acercando la sensación de movilización a un modelo aprendido en el que la forma, su aprendizaje y el análisis de sus variantes quedan integradas de forma progresiva para la comprensión integral de la técnica como forma de encuentro interior.
Terminada la sesión se inicia la práctica del estiramiento progresivo desde la posición de erguidos hasta la posición de tumbados en la que finaliza el trabajo de estiramiento, volviendo a la calma con una suave relajación guiada que nos lleve hasta el punto de silencio meditativo que ocupará la última parte de la sesión.
La sesión tiene una duración de tres horas con descansos para la regulación personal de la actividad y tiene una base efectiva sobre programas de acción continuados de un año. La adquisición de hábitos saludables requiere un esfuerzo relativo que, con este modelo de práctica, puede integrarse sin el habitual compromiso de tiempo excesivo a lo largo de la semana.
Los resultados son evidentes tras la primera sesión de entrenamiento. Aquellas personas que deciden transformar sus entornos personales caóticos en entornos de equilibrio tienen un gran aliado en los sistemas tradicionales internos chinos. Son, sin duda, una ruta directa que requiere paciencia pero que aumenta nuestra luz interior tras cada sesión que abordamos con el espíritu que queremos fomentar.
El cambio personal comienza siempre con un gesto de voluntad de transformación que debe alimentarse con ayuda, perseverancia, humildad y paciencia. Un cambio hermoso, fascinante y necesario que queremos fomentar desde nuestra experiencia y dedicación profesional.