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HUA JIN. UN PUENTE ENTRE EL YIN Y EL YANG

El cuerpo material transformado es idéntico al Espíritu.

El Espíritu fundido se hace sutil, es uno con el Dao.

El cuerpo único se dispersa y se convierte en todos los fenómenos,

los fenómenos se confunden y se convierten en el cuerpo único.

Tratado sobre asentarse en el olvido (Zuowang Lun)

Yunji Qiqian


De todas las potencias con las que nos encontraremos en nuestra búsqueda sensitiva a través de la práctica del Taijiquan, el Jin de «transformar» ocupará una parte fundamental de nuestro tiempo de estudio y práctica. Esta exigencia de estudio queda justificada por la complejidad para comprender el concepto, adaptarnos a él y conseguir implementarlo como habilidad fundamental dentro del arte.


Vivimos en un universo en constante transformación. Estas transformaciones son ocasionadas por numerosas fuerzas orquestadas por un principio regulador de orden, forma y tiempo que en el ámbito que nos ocupa venimos a llamar Tao. El orden organizado que nos rodea, todo este entramado cósmico, es de tal magnitud que nuestra comprensión de él se limita a todo aquello que, en nuestra pequeña estructura de referencias, puede sernos de vital utilidad o de aparente trascendencia.


En el caso de un arte como el Taijiquan, que hunde sus raíces filosóficas en el concepto fundamental e inaprensible del Tao, todo depende de que entendamos el concepto de dualidad yin/yang y sepamos extrapolarlo a los diferentes momentos de los que se compone cualquier acción de nuestra vida.